8 banderas rojas a detectar cuando te llega una oferta

Me apasiona mi trabajo, igual que a ti.

Estás deseando que entren nuevos proyectos, nuevas oportunidades de facturación y de crecimiento profesional.

Que te llamen por recomendaciones, porque te encontraron en internet o porque apareciste en Cosas de freelance.

Lo darías todo por tener la agenda tan llena que tuvieras que rechazar propuestas un día sií y otro también.

Peeeeero…¿y qué ocurre si no tienes la agenda llena? ¿Puedo rechazar proyectos y clientes?

Pues claro que sí.

No es que puedas, es que debes rechazar proyectos.

Aunque tu agenda tenga telarañas, hay propuestas que son bombazos llenos de ponzoña que envenenarán tu calendario, tu rendimiento y, por supuesto, tu carácter recién levantado por la mañana.

Tranquilo/a.

Como tengo un master en todo esto voy a contarte cómo detectar los síntomas enfermizos que tienen este tipo de ofertas. Por tu salud y también por la mía.

Vamos a usar este ejemplo 100% real de hace unos años.

(Si te ríes al leerlo, vas por buen camino)

El primer mensaje de contacto de un potencial cliente

Tiene una morfología con varias de estas características.

Tanto por email como en conversación telefónica o mensaje de whatsapp podrás encontrar algunas de estas características:

  • Asuntos y títulos con palabras en mayúsculas, gritando.
  • Tratamiento con seriedad, implementando el “usted” a cada línea.
  • Expresiones que denotan que suspendieron en redacción en primaria.
  • Textos repetidos una y otra vez con desgaste incluido del botón de copiar y pegar.
  • Aparece la palabra “urgente” en varias líneas, la más severa e impostada de todas es: “a la mayor brevedad”.
  • La especificación de lo que necesita el cliente es escueta, como si le costara contarlo.
  • Sensación de inmediatez igual que un boletín de noticias a las 6 de la mañana.

Aquí las 8 red flags que debes tener en cuenta en ese primer contacto.

Si tan solo ves una de ellas plantéate si trabajar con ellos, pero si ves dos o más ya deberías estar pensando en qué contestar para rechazar esta propuesta:

 Te encargan algo “pequeñito”

Es muy típico que al encargarte la tarea pretendan esconderla detrás de diminutivos cariñosos y bienintencionados como el “proyectito” o el “trabajito”.

En mi sector, el desarrollo del software, pasará igual que en el tuyo: todos los trabajos tienen bastante más enjundia de lo que parece.

¡Por eso nos contratan!

 Recuerda, tú sí sabes cuál es el verdadero tamaño del encargo. Que no te hagan pensar que te están haciendo un favor.

  Te encargan algo “urgente”

Es la “red flag” más molesta de todas, al menos para mí.

Nunca ha existido una idea que no sea de acción urgente… Para el que la encarga, claro.

El apremio es como un chillido en una sala llena de gente. Al más agudo es al que más mira la gente. Es una forma de captar tu atención y robarte el reloj.

Que no pretendan quedarse con tu tiempo.

 Recuerda, ten siempre un estrategia de acción y un plan de tiempos en tu cabeza. Pocas cosas son urgentes en esta vida.

  Te encargan algo “barato”

Es perfectamente lícito que el cliente quiera un precio más bajo. Pero el momento para solicitarlo no es en la primera toma de contacto.

Existe un “toma y daca” que ya inventaron los fenicios donde las dos partes tienen que llegar a un acuerdo.

Se llama comercio y muchos clientes lo ignoran a sabiendas de que ellos son los que tienen el dinero.

Que no te inviten sigilosamente a olvidarte de que tú pones el esfuerzo y el conocimiento.

 Recuerda, hazte fuerte con tu propuesta de precio. Tú eres el primero que tienes que valorar tu trabajo con el precio que le pones.

 Hablando de pasta, sabías que un freelance developer cobra más del doble que otro asalariado.

   Te encargan algo fácil, “algo que ya existe”

Querer imitar a una gran compañía montando el “Facebook de los jamones” es otra alarma luminosa y potente.

Con la excusa de replicar algo que ya existe vuelven a querer hacerte insignificante.

Lo que se ve de otros trabajos es la parte bonita del producto final. Nada es improvisado y sale bien por casualidad. Hay muchas horas de esfuerzo en lo que los demás quieren imitar.

Que no te líen.

 Recuerda, no hay presupuesto posible sin conocer el verdadero alcance del proyecto.

   Te encargan algo con “faltas de ortografía” escrito muy rápido

La rapidez, el despiste, el desorden o el agobio del “gran empresario” no son excusa para hacer las cosas “sin querer” en una primera toma de contacto.

Las faltas de ortografía están ya desterradas gracias a la tecnología y una buena revisión de un copia y pega sabemos que nos evita problemas tales como olvidarnos de cambiar el importe de un presupuesto (caso real ).

Las formas son importantes y no son caras.

Menos aún en tiempos de IA.

Que no te arrastren con su falta de profesionalidad.

 Recuerda, mantén la serenidad, continúa con tus procedimientos.

   Te encargan algo con “falta de información”

Me ha pasado varias veces que el primer contacto venía acompañado de un gran halo de misterio.

En programación existen siempre “geniales ideas que no pueden copiarse”.

Por eso no es raro que se soliciten, desde el principio, citas presenciales para darte todo tipo de explicaciones en aras de mantener el suspense como si fuera una película de espías.

Suelen esconder un gran talento estos clientes: ejercer presión con fortaleza para que o bien digas que sí o bien cuentes más de lo que deberías.

Que no te presionen para tener que decir que sí.

 Recuerda, pon tus reglas para el primer encuentro, la iniciativa debe ser tuya.

  Te encargan algo de forma “insistente”

Lo he conocido y sufrido en más de una ocasión.

Potenciales clientes que ni te conocen o te llaman David (mi nombre es Dani), se lanzan a pedirte una colaboración y, si no respondes en lo que ellos consideran un plazo demasiado largo (10 minutos), repiten mensaje “por si no lo habías visto antes”.

Esto es como el que después de comer pollo pide repollo.

Si eso es así antes de comenzar, ¿te imaginas cómo será el día que te hacen el primer pago?

 Recuerda, que no te hagan hincar la rodilla ante su influencia.

  Te encargan algo que se ha quedado “a medias»

Crear un software a la medida de las necesidades del cliente es una tarea compleja y llena de recovecos. Muchos contratos se frustran porque los resultados no llegan.

Es el momento en el que te llaman y te dicen que está hecho el proyecto “al 80%” y que “el anterior proveedor les dejó tirados”.

Puede ser verdad, pero, tras esas palabras me he encontrado una carga heredada de retrasos que quieren que seas tú el que la transportes.

Que no te carguen con aquello de lo que no eres responsable.

 Recuerda, tómate tu tiempo en revisar lo que te mandan antes de dar tu veredicto.

 Si aceptas algo con una o varias red flags te será difícil llegar a la meta

Hay empresarios que se ofenderán al leer estas líneas y que te dirán que jamás te contratarían si piensas que no pueden pedir prisa o precio bajo.

La cuestión no es el qué, sino el cómo.

En toda mi experiencia de años de autónomo ni una sola vez alguien que pide eso al presentarte la oferta en el primer contacto ha cuidado las formas.

Y por supuesto, una vez aceptados, todos esos encargos tienen dificultades y problemas para salir adelante y llegar a meta.

Para que no emponzoñen tus procedimientos y tu forma de trabajar, siempre en guardia ante las banderas rojas.

✉️ Y para acabar, he escrito una “cartita” para responder a este tipo de clientes

Querido empresario del sector digital, déjame que te diga 4 cosas.

Así no se pide un presupuesto.

No quiero pensar que estás intentando lograr cosas tan poco vistosas como:

– Presionarme para que baje mis precios
– Hacer que deje todo por ti
– Ningunearme

Imagino que tenías prisa y te has despistado escribiéndolo.

Claro, eres una persona de éxito, con facturación desmesurada y no te da la vida para tratar con seres tan insignificantes como las telesecretarias.

 Te he marcado en rojo algunas “red flags”  o BANDERAS ROJAS. Ya sabes, esas que ponen en las playas para decirte: “cuidado, peligro gordísimo, no entres ahí que te ahogas”.

  1. Proyectito
  2. Urgente, sí, para tí
  3. Lo barato sale caro
  4. Copiar al grande del sector y “proyectito” no encaja bien
  5. El corrector ortográfico es tu colega
  6. Las cosas claras

Por cierto, gracias por tu propuesta, pero no me interesa.

Estoy “ocupadito” hasta 2030, por lo menos 😉

Daniel Primo

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