La disciplina es la capacidad de mantener el enfoque, incluso ante las dificultades. Con un plan claro y una mentalidad positiva, puedes cultivarla para lograr tus objetivos. Conoce los consejos que te ayudarán en el camino
Desarrollar disciplina es fundamental para lograr las metas que nos proponemos. Esa fuerza de voluntad es la que, por ejemplo, nos hace sentarnos a estudiar o trabajar en vez de quedarnos en la cama. O ahorrar en lugar de derrochar, para tener oportunidades en el futuro. Es también la que nos impide fumar un cigarrillo o comer más dulces y, en su lugar, ejercitarnos.
Aunque nadie es disciplinado todo el tiempo, sí es posible trabajar esta capacidad. Estableciendo objetivos, encontrando la motivación necesaria y celebrando los éxitos, aprendemos a manejar las dificultades y tener más autocontrol. Te contamos todo lo que puedes hacer para ser más metódico/a y concretar tus aspiraciones.
1. Gestiona el tiempo
La gestión del tiempo es una parte fundamental de la autodisciplina. En efecto, es difícil desarrollar la disciplina si no tienes una estructura clara sobre tus actividades diarias.
Una forma de administrar tu tiempo es utilizando un calendario y probando la técnica timeboxing. En cuanto te asignen una tarea, ya sea del trabajo o del colegio, o tengas un evento, ingrésalo en un calendario en línea. De ese modo, organizas todas tus actividades con las horas específicas que te demandarán.
«Seleccionar qué hacer antes de que surjan las distracciones del día; especificar cada tarea en un calendario, indicando cuándo comenzará y cuándo terminará; enfocarse en hacer una tarea a la vez; realizar cada tarea a un nivel aceptable (en lugar de buscar la perfección)».