¿Alguna vez has sentido que cuidar de los demás te deja sin tiempo para ti? A muchas personas les pasa, especialmente a quienes tienen un corazón más generoso.
Esta semana quiero recordarte algo muy importante: tú también mereces cuidado, amor y atención.
Dar lo mejor de ti no significa olvidarte de tus propias necesidades. Es cierto que cuando damos con el corazón, nos sentimos plenos, pero ¿qué ocurre cuando no reservamos ni un momento para nosotros mismos? Tarde o temprano, la tensión acumulada nos limita y nos impide seguir dando con el mismo entusiasmo.
Al igual que en un avión te dicen que si es necesario, debes ponerte la mascarilla de oxígeno antes de ayudar a otros, en la vida ocurre lo mismo. Para poder dar lo mejor de tí a los demás, cuidarte debe ser una prioridad.
Dedicarte un momento al día puede marcar la diferencia. Tal vez una sesión de ejercicio, quedar con amigos, una pausa para leer o simplemente unos minutos para respirar profundamente.
¿Qué vas a hacer diferente esta semana para cuidarte más y mejor?